viernes, 18 de diciembre de 2015

Y ahora, quién soy Yo?


La senda del autoconocimiento nunca termina, este puede ser el primer aprendizaje. Siempre se aprende algo, siempre se enseña algo.
En lo personal este trabajo me ha servido para traer conciencia de mi paso por la vida, del niño que andaba en su bicicleta sin preocupaciones al hombre de ahora, ha llovido mucho.
No niego que me encantaría volver a revivir mi infancia, pues lo recuerdos que tengo son lindos.
Pero estas semanas de trabajo personal han hecho recordar y plantearme ciertos aspectos de mi vida que son parte de mi y debo aceptar las partes buenas y que me agradan de mi mismo y por otro mejorar las partes negativas que me incomodan.
Parte de este proceso esta el de tomar consciencia de mi Yo de lo físico y de lo espiritual principalmente.
Me quedo con la lecciones del Siddhartha, el Buda, humano, hombre y perfecto, él logro despertar y tomar plena consciencia en su vida terrenal, además que me ha enseñado que cualquiera, si quiere, puede llegar a iluminarse a través de la senda del zen, el amor al prójimo y los actos desinteresados.
A través de esa senda he podido descubrir las funciones de mi cuerpo, el sentir y traer consciencia a través de una respiración profunda, una actitud solemne ante la naturaleza y ser consiente de lo bello y afortunado que soy al existir en este momento.
Sé que soy un hombre con emociones mas o menos intensos, pero lo rico de este trabajo practico es que las emociones muchas veces son controladas por la mente que es muy caprichosa y nos revuelve esta emociones que con torpeza intentan reaccionar a los estímulos del mundo.
He rescatado el egoísmo y la vanidad, también me he enfrentado con la paciencia y circunstancias adversas que aun sigo masticando para intentar digerirlas, pero todo con conciencia que es lo maravilloso de centrarse en el aquí y ahora.
El Dao por otro lado me ha ensenado que la no acción puede ser las mas sabias de las decisiones para un buen trascender, nuevamente este ejercicio me trae al presente mis debilidades, pero a modo trampolín según van cayendo estos bloques que tienen forma de debilidad se catapultan al exterior en forma de evolución como ser de luz y amor libre de emotividad y pensamientos gobernados por la mente dictadora.
Como cierre puedo compartir a quien esté leyendo estas líneas, que soy un  producto de una especie de felicidad interior, una ligereza de espíritu que no está seguro si las fechas navideñas influyen en el ambiente o es el trabajo de estas semanas, que aunque me sienta frágil y perecible, con temor de la muerte y la enfermedad, éste ser sigue creciendo en un mundo donde quienes le rodean son tan delicados y hermosos como uno mismo y que todos merecen el mismo cuidado y atención
Soy una persona consiente de vivir la vida que a escogido, que no quiere grandes cosas materiales, pero quiere sentirse importante dejando una pequeña huella en la vida de los demás.
Ojalá y compartir estas experiencias pueda aportar con una visión distinta a quien lea estas líneas, son fruto que ha empezado como tareas pero luego han mundo en experiencias que merezcan la pena echar un vistazo.
Que vida la vida y hasta siempre

Esteban

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